Oasis de relajación
Decore su salón con un cuadro pintado a mano en acrílico de KunstLoft de tonos fríos y cree un remanso paz que le haga olvidarse del ajetreo diario. El espectro de tonos fríos abarca colores que van desde el lila al gris. Independientemente de la proporción de azul, los colores como el turquesa o el azul petróleo tienen un aura fría y tranquilizan los sentidos. Descubrirá con agrado que un cuadro con diferentes matices azules es perfecto para el dormitorio, ya que estimula el sueño y tiene un poder tranquilizador. Declárese a favor del color y confie en sus efectos para con su subconsciente.
La psicología de los colores fríos
Estos efectos no son imaginarios: la percepción del color se basa en que el cerebro transforma los colores mediante un proceso psicológico en sentimientos. Esta percepción "fría" de estos colores en los cuadros pintados a mano se basa en que el ser humano asocia los tonos verde azulados con el hielo y el agua del mar. La luz y los colores influyen de manera demostrable en su estado de ánimo, por lo que ha de reflexionar sobre qué colores elige para su oficina o consulta: las pinturas en
lila que tienden a azul ayudan a reducir la frecuencia respiratoria y
el turquesa aporta claridad, libertad y apertura de mente
Las obras con un espectro de tonos fríos se encuentran a menudo en diseños marítimos, gracias a los cuales tendrá en su salón recuerdos de sus últimas vacaciones junto al mar. Los cuadros pintados a mano en acrílico de KunstLoft son tan realistas que dan ganas de sacar el bañador y lanzarse al mar.
Decore según la teoría del color
Los tonos fríos en obras pintadas o acabadas a mano crean distancia y un ambiente racional. En su despacho o consulta proporcionan una impresión de objetividad y funcionalidad. De manera análoga, las pinturas con tonos neutrales aportan también equilibrio y paz interior. Los apacibles beiges, negros y blancos transmiten claridad y una atmósfera armoniosa.